Tu me buscabas siendo así que yo no estaba allí. Y yo conocía tu deseo a pesar de tu silencio. Antes de que me lo digas, yo sé lo que piensas. Te he oído hablar y,. aunque invisible, estaba junto a ti, cerca de tus dudas; sin hacerme ver, te he hecho esperar, para ver mejor tu impaciencia. Mete tu dedo en la marca de los calvos. Mete tu mano en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.
Basilio de Seleucia
Basilio de Seleucia
Siempre estuviste a mi lado y yo sin enterarme, pero es preferible tarde que nunca.
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